El 13 de agosto recibimos una visita en la granja. Vinieron una pareja un tanto extraña para lo que yo conocía, pero cariñosos. Les recibimos en la cocina mis dos hermanos y yo y les dimos nuestra habitual bienvenida de lametones y arrumacos. Lo que yo no sabía era que me iban a llevar con ellos.
Cuando se iban, me montaron en el coche y me fui con ellos. Primero me llevaron a un hotel muy limpio y cómodo (suelo enmoquetado, aire acondicionado, ...) Allí pasamos una noche y a la mañana siguiente nos montamos otra vez en el coche y a la carretera.
Tras unas horas de viaje llegamos a un sitio muy extraño y ruidoso. Mis nuevos dueños me dijeron que era el aeropuerto. La verdad, era intimidante tanta gente, tanto ruido. A pesar de ello, mucha gente se acercaba a mi para acariciarme y decirme cosas bonitas, lo que aliviaba en parte mi ansiedad. Entramos en un edificio muy concurrido y después de un rato me metieron en una jaula y se me llevó un señor con uniforme de British Airways. Yo no tenía ni idea de lo que iba a pasar conmigo.
Al final anclaron la jaula en un sitio oscuro y me quedé solo. Aquello fue horrible, muchos ruidos muy fuertes durante mucho rato. Cuando terminó otro señor me llevó en la jaula hasta otro edificio también con mucha gente. Al cabo de un rato vinieron a recogerme mis nuevos amos y yo recuperé la esperanza al darme cuenta de que no me habían abandonado.
Después otro viaje en coche hasta mi nueva casa.